De la Vocación Universitaria
"Casa de estudio es ésta, la vuestra, a la que ha de llegarse por vocación de estudio y de servicio. Lo primero, porque si no tenéis el deseo de alcanzar el dominio de alguna cierta disciplina estaréis perdiendo lastimosamente vuestro tiempo. Y el de los demás. Debéis tener y mantener el impulso fresco, joven, sano, primitivo, del niño que destruye el juguete para saber lo que contiene, cómo funciona, por qué funciona. Para luego tratar de rehacerlo, y ojalá mejor, más gracioso y más bello.
Lo segundo, la vocación de servicio, es el ánimo consciente o subyacente de cultivar o practicar el saber adquirido como un bien que se posee para compartirlo antes que para gozarlo en provecho propio.
Ambas cosas impulso de saber y vocación de servicio son de la esencia de la comunidad universitaria. Investigadores, docentes y estudiantes integrados en una misma y sola empresa: adquirir conocimientos para compartirlos: aprender para enseñar; recibir para dar generosamente, multiplicado y enriquecido, un patrimonio del que somos depositarios, custodios, a veces artesanos y algunos los más afortunados artífices".
David Stitchkin Branover.
Discurso pronunciado en el acto fundacional de Universidad La República, 1989.